Como forma de rescatar personajes de nuestra historia que han dejado una huella en Mercedes, la Sociedad Italiana y la Dirección de Cultura de la Intendencia de Soriano llevaron adelante en las últimas horas un homenaje a Giuseppe Garibaldi, descubriéndose plaquetas recordatorias en la finca ubicada en Cassinoni y Careaga donde, según marca la historia, estuvo residiendo este militar italiano.
En la oportunidad se contó con la presencia de autoridades departamentales, integrantes de la Sociedad Italiana, alumnos de la Escuela Nº 10 y del Jardín de Infantes 109, como así también vecinos de la ciudad.
La oratoria estuvo a cargo de Efraín Cano quien menciono que “Garibaldi nació a principios del siglo 18 en Niza falleciendo en 1882. A sus 20 años, estaba surcando el Mar Negro en un buque contrabandeando, volcándose hacia la aventura, hacia lo que él consideraba la libertad.
Posteriormente se une a uno de los pensadores más importantes de esa época, el italiano Massini que va a promulgar uno de los objetivos más importantes que va a tener Garibaldi en toda su vida que será la reunificación italiana. Llega a América recorriendo prácticamente todo el continente luchando por lo que él creía la causa más justa, luchando contra el imperio de Brasil. En el año 41 llega a Uruguay en un momento en que aquí se estaba en plena Guerra Grande y es allí que se pliega la lucha junto a su legión italiana.
La historia indica que también estuvo en Mercedes buscando más gente para combatir y residió en esta casa ubicada en Cassinoni y Careaga, que hoy pertenece a la familia Cadeac. Luego retorna a Italia y muere en la pobreza en el año 1882.”
En representación de la Sociedad Italiana, la arquitecta Silvia Cantoni dijo que “Garibaldi es uno de los íconos del resurgimiento italiano, su mito superó toda frontera, se proyecto en el tiempo. Sobre el año 1948 vuelve a Italia para uno de los grandes movimientos para la unificación y la República. Es un personaje internacional, sus memorias recorren el mundo en distintas versiones e idiomas.
En territorio uruguayo, entre 1842 y 1848, en pleno desarrollo de la Guerra Grande prestó servicios al Gobierno de la Defensa, viviendo en la capital y llegando a ocupar la jefatura de la escuadra de Montevideo, organizando y dirigiendo la Legión Italiana, y destacándose en el combate de San Antonio en Salto, acción por la cual el Gobierno de Joaquín Suárez lo ascendió a General.
De Sudamérica se llevo el amor de su vida, Anita, las camisas coloradas y el poncho que fue su emblema. En Mercedes, está el recuerdo de sus pasos por estas tierras”.